[Reseña] Libro: Los juegos del hambre

Los juegos del hambre es una trilogía de Suzanne Collims, que nos traslada a un futuro lejano (pero no imposible) a través de los ojos de Katniss Everdeen, una chica de dieciséis años, que vive en un mundo dividido en distritos y gobernado por el Capitolio.

Gracias a Saru he empezado a entender lo que en los años de Bachillerato me enseñaron como utopías y distopías (aunque estas segundas no las recuerdo).

¿Qué es una utopía? Para poder leer entre líneas este libro (aunque no es necesario saberlo) debemos primero hacernos esta pregunta; El concepto utopía designa la proyección humana de un mundo idealizado que se presenta como alternativo al mundo realmente existente, ejerciendo así una crítica sobre éste (Fuente: Wikipedia)
¿Y una distopía? se usa principalmente para hacer referencia a una sociedad ficticia donde las consecuencias de la manipulación y el adoctrinamiento masivo llevan al control absoluto, condicionamiento o exterminio de sus miembros bajo una fachada de benevolencia. (Fuente: Wikipedia también)

Una vez explicado estos dos términos (que ya he dicho que tampoco es necesario saber: ni para leer el libro ni parar entenderlo, pero si para saber más) voy a empezar la reseña del primer libro:























La guerra ha dejado transformado a Norteamérica en el país de Panem, dividido en doce distritos controlados por el tiránico poder del Capitolio. Sin libertad y en la pobreza, nadie puede salir de los límites de su distrito. El Capitolio ya destruyó el décimo tercer distrito por su rebeldía, y como conmemoración de este hecho y para recordar al pueblo que debe ser sumiso, cada año, dos representantes de cada distrito, una chica y un chico, serán obligados a subsistir en un medio hostil y ser encerrados en un estadio al aire libre donde los veinticuatro lucharán a muerte entre ellos hasta que quede un solo superviviente... Son los Juegos del Hambre, un horrible espectáculo televisivo.

El primer libro y el que más me gusta de todos. Enseguida he podido conectar con los pensamientos de la protagonista Katniss, ya que narrado en primera persona, ves las cosas desde su punto de vista, asi como sus pensamientos y sentimientos. Lloré, me reí, sufrí con ella. Lo de los juegos es bastante cruel (he leído en la Wikipedia que la autora se basó en el mito de Teseo donde los Atenienses no tuvieron más remedio que enviar a los niños al laberinto del Minotauro para que los devorara) pero cuando ves a la protagonista allí metida, en esa especie de juego de supervivencia, que hace amigos y todo, para luego darte cuenta de que solo PUEDE sobrevivir uno, así que no importa cuanto se ayuden, todos los demás morirán en algún momento. La tensión y el sufrimiento es palpable en la mayor parte del libro. Aún más increíble es que todo eso, lo este viendo todo el mundo, algunos incluso disfrutando de las muertes, y haciendo apuestas sobre ello, como si realmente fuera un juego.
El final me pareció bastante inesperado, pero increíble.
Mientras leía el libro podía ver algunos trazos de realidad en el, nuestro propio mundo criticado en el libro. Es más, me daba (y me da) hasta miedo que eso pudiera sucedernos algún día. Todavía no lo descarto, es más, ¿no lo vivieron nuestros abuelos? La época esa de hambruna, había dinero, pero no comida. Todo muy surrealista, pero ocurrió de verdad, las abuelas todavía cuentan esas historias. Yo tengo todavía un poco de esperanza de que no acabemos así, que estas historias se queden en los libros.

Lo mejor: La fuerza de voluntad de Katniss, me encanta lo luchadora que es.
Lo peor: Las muertes y la parte de las rastreavíspas (odio las abejas, las avispas…sufro mucho con solo nombrarmelas, asi que esta parte me la imaginé y lo pasé mal)

Personajes:
Destacó a Katniss por luchadora, a Peeta porque le vi bastante fiel a sus sentimientos y su lucha contra el capitolio, a Rue, porque era un personaje adorable y me encanta también Cinna; odio a la madre de Katniss, a Haymitch (aunque luego mola como se entienden él y Katniss), a Effie y al Presidente, por hacerle pagar a los hijos los errores de los mayores.

Creo que no me dejo nada, ¡buen finde!